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Es tuyo

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Del inicio al fin. No se lo regales a nadie,es tu posibilidad de cambiar las reglas del juego...

Es tuyo. Del inicio al fin. No se lo regales a nadie, no actúes como si no fuera tuyo, como si te hubiera llegado desde fuera, como si fuera el resultado de lo que ha ocurrido, de lo que han hecho, de algo externo…Todo lo que sientes, es tuyo. Tu tristeza, tu rabia, tu indignación. No caigas en la tentación de darle a otro ese poder, porque ese (el poder) también es tuyo. Nos pasamos la vida dejando que los demás nos pongan tristes, o contentos, o nos enojen, o nos… Pero al final, todo es siempre contigo. La rabia la siento dentro de mi, tú probablemente ni te enteres, es posible que incluso lo veas de forma totalmente diferente… Puede ser que los demás sean un detonante para que eso salga. Pero si sale, es porque existe en mi.

Las emociones son humanas. Si tú eres un ser humano, eso significa que te emocionarás. Sentirás alegría, tristeza, compasión, rabia, indignación, simpatía… Incluso puede que a veces, lo sientas todo a la vez. No se lo regales, gratuitamente, a los demás, a la vida, a los hechos externos. Porque entonces estás regalándoles también tu poder. El poder de cambiarlo. El poder de usar esa energía para algo creativo, para mejorar, para crecer. SI siempre son los demás los que te “provocan” esas emociones, te conviertes en una víctima. Y ¿sabes? Nada más lejos de la realidad. Solo serás una víctima si les das el poder (voluntaria o involuntariamente) a los demás, a las circunstancias, a la vida. Si mantienes la conciencia de que eso es tuyo, también te darás cuenta de que siempre tienes derecho a expresarlo, porque es tuyo. Y uno siempre puede hablar de “sus” cosas. No hay nada de lo que avergonzarse, nada que esconder. Estoy sintiendo esto. Y lo expreso. Con claridad. Con precisión. No culpo al otro de mi emoción. Si lo ha podido provocar, es que está en mi. Y en nosotros están todas. Las que nos gustan y las que no. Las que nos enaltecen y las que nos producen vergüenza. Porque ¿sabes? Somos humanos.

Otra cosa muy distinta es qué haces con esa emoción que estás sintiendo. SI te la quedas, la bloqueas y probablemente la termines somatizando. Si la expresas de forma inadecuada, tal vez el remedio sea peor… Siempre hay una manera de expresar. Siempre hay un camino. Y ese camino es desde mi Yo, desde mi Ser, mi Presencia. Desde ese punto de conciencia en el que sé que todos estamos continuamente “en construcción”. Que estamos aprendiendo. Que no nacimos sabidos… Cuando expreso desde “me siento” en lugar de desde “tú me haces sentir”… todo cambia. Cuando expreso mi rabia de forma adecuada, tengo un montón de energía extra para poder cambiar una realidad que no me gusta. Cuando expreso mi tristeza, tengo la oportunidad de conectar conmigo, con mi necesidad, con mi soledad….

No le regales a nadie tu poder, lo que sientes, es solo tuyo. Ahí reside tu responsabilidad y tu posibilidad de cambiar las reglas del juego… Desde ese lugar es desde donde puedes elegir que esa emoción pase y se disuelva y puedas volver al estado que deseas. Y puedas elegir la felicidad como una opción…

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